Tiempo de no hacer nada, de pensar en cosas tan frivolas como hacer maletas, buscar ropa que no encuentro , deslizarme suavemente por mi ciudad, a esa hora en que nadie sale, pero las tiendas estan con aires acondicionados a tope, y puedo tomarme un té , o un café en un bar casi vacio, tiempo para pensar y dejarme llevar por il dolce far niente, como si estuviera en una ciudad extra-na y todo el mundo fuera desconocido, ...
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