Ayer hizo un dia de viento y sol, de esos de los otoños maravillosos que tenemos en Madrid, me hubiera gustado irme al Retiro, pero tenía una comida de la que no pude escaparme, era un cocido, de esos que no puedes dejar de ir, y además luego lo pasamos muy bien, estos dias deberian de ser de vacaciones infinitas, pero yá estamos sumergidos en el curso y la vida cotidiana. El Retiro en esta época del año merece una mención especial, con sus árboles castaños y sus colores de otoño, hoy al pasar en el bus he visto a una chica que seguia tomando el sol en bikini, como si el verano siguiera por aqui y el otoño no hubiera llegado, a gritos le pedimos que se quede un poco mas´, pero creo que si eso ocurriera , sería una señal de que el mundo no sigue girando y eso es necesario.
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