De la vida y otras visicitudes

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Hace calor, mi estación preferida, esa que huele a libertad, a piscina, a
hierba mojada, ha llegado, por fin se marchó el frio del invierno y la
oscuridad, atrás quedó el encojerse al salir a la calle, a la noche por la
ventana cuando todavía no ha pasado la tarde, mirando hacia atrás, este
invierno ha sido extraño, mi principal problema, y sigue siendolo,he sido
yó misma, porque yó y solo yó soy la que me pongo trabas, la que
me limito, la que me encierro, la que me castigo en un inmenso ultraje a ir
más allá
y probar otras cosas, en este libro que he vuelto a releer, la casa de los
espiritus, envidio a Clara y a sus numerosas reuniones de espiritistas,
amigas videntes y rosacruces , porque en el fondo me gustaría que mi casa
estubiera siempre llena
de gente pintoresca que vinieran sin avisar y entraran sin llamar, pero ese
es uno
de mis problemas, casi no tengo amigos, mis amigas de siempre con sus
parejas y
su mundo emparejado, inaccesible, y los otros lejos, no puedo decir que me
siento
sola , porque yo misma busco esa soledad, cuando alguien necesita gente la
encuentra, pero no siempre la clase de persona que quieres, asi que este es
el dilema,
encontrarme a través de los demás, no limitarme, y seguir con mi maxima

de danzar con la vida,
haber hacia donde nos lleva, aunque sé que hay dias amargos y dias
dulces, no quiero perder la ilusión.
Por cierto , hoy tengo una cita a ciegas, con un tal
Luis, he quedado en el superpijo, vips, te lo juro por Snoopy.

" Ella se miró en los mil pedazos rotos del espejo, su piel iluminada por
las velas, tenía
el color irreal de las figuras de cera.Miguel comenzó a acariciarla y ella
vió transformarse
su rostro en el calidoscopio del espejo y acepto al fin que era la más
bella de todo
el universo,
porque pudo verse con los ojos que la miraba Miguel. "
La casa de los espiritus. Isabel Allende.