domingo, mayo 31, 2009

Osel, el niño granadino que sorprendió al mundo cuando sólo tenía 6 años al ser identificado como la reencarnación del lama -el guía espiritual de los budistas- se ha convertido en un hombre de 24. Recluido en un monasterio entre los 6 y los 18 años, Osel rompe ahora su silencio y confiesa a EL MUNDO que se siente "desnortado" tras una infancia "llena de sufrimiento".
El objeto que trae en el bolsillo derecho del pantalón -unas bermudas con estampado de camuflaje, muy hippies- es la mejor metáfora del momento vital en el que se encuentra. Osel Hita Torres lo fabricó con sus propias manos hace cinco años, muy poco después de huir del Monasterio de Sera -cuna del budismo, ubicado en el sur de la India, uno de los refugios del exilio tibetano-, y de renunciar al nombre de Lama Tenzin Osel Rimpoché.
La identidad le fue dada en 1986 cuando, siendo él aún un mocoso y después de una exhaustiva búsqueda por todo el mundo, el propio Dalai Lama lo señaló como la reencarnación del venerable Lama Yeshe.
Aún no andaba cuando lo sacaron de su Bubión natal, en Granada, para que iniciara su inmersión en el budismo peregrinando por los centros de Europa y América. Con seis años fue entronizado y enclaustrado en Sera, donde ha sido adorado como una divinidad y educado en la disciplina monacal más férrea. "Con 14 meses ya me habían reconocido y llevado a la India. Me vistieron con un gorro amarillo, me sentaron en un trono, la gente me veneraba... Me sacaron de mi familia y me metieron en una situación medieval en la que he sufrido muchísimo. Era como vivir en una mentira", dice mientras juguetea con una hebra de hilo desprendida de su camiseta.





A este chico le pasa como a mi, está en la noche oscura. Hay cosas que nunca se superan.

2 comentarios:

Juli dijo...

No seas tan dura contigo y deberias de dejar ya esta pose de melancolia que te dura ya demasiados dias.
Un saludo
Juli

Mary dijo...

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