miércoles, febrero 23, 2011






Ahora duermo mucho mejor, hasta le estoy cojiendo cariño al colchón, y así nos pasa con todo en la vida, al principio un cambio no te gusta y luego no puedes vivir sin él.

1 comentario:

Dánae Rain dijo...

Si hasta a lo más duro se acostumbra uno. Al final tendrás una espalda de escultura griega y un sueño super reparador. Besitos