miércoles, febrero 02, 2011

de Dragó

Soy como Patricia Highsmith, aunque mejor persona: todo lo humano me es ajeno. Lo gatuno, en cambio, no, y lo lobuno, tampoco.
Eso dice de ella su biógrafa, Joan Schenkar, en el duro, despiadado libro que estoy leyendo. Me apasiona. Con él me acuesto, con él me levanto. ¡Menuda hija de puta! Lo edita Circe. Ese sello nunca falla. Devoro cuanto publican.
Y, sin embargo, nunca he leído nada de la Highsmith. Empecé una vez un libro suyo y lo dejé enseguida. Me aburren los crímenes. Nunca leo novelas policiacas, aunque de niño sí que lo hacía. ¿Excepción? Las de Sherlock Holmes, que son acertijos para que la inteligencia se afile y relampaguee. De Fernando Sanchez Dragó, en su blog.

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