martes, septiembre 30, 2008





Sigo sin noticias de Gurb y se me hace raro, y extraño.

Ayer fui al curso de filosofia y me gustó. Hablaba de un libro antiguo de la india , pero entre frases erúditas, el profe hace algunos comentarios buenisimos, de persona cercana y cálida, al terminar la clase me acerqué a preguntarle una cosa y vi que tiene unos preciosos y magnéticos ojos azules, tan azules como debe ser el cielo de la castilla donde vive. Quizás el color de los ojos de nos lo traemos merecido de otro sitio, a pesar de la edad o del destino, nuestros ojos permanecen , mis ojos han llorado mucho, pero tambien han reido, claro que sí. Y cuando estoy contenta se ponen brillantes brillantes.

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