Me fuí a un concierto al Conde Duque con mi querida Amelí, nochecita de verano, arriba un cielo de estrellas que ni el mejor decorado, quien podía haberlo echo más bonito? la gente bailaba en cualquier rincón, me produjo mucha ternura ver a dos o tres parejas bailando abrazados mientras sonaba la musica, hay algo más romantico, Amelí se acerca a la multitud y me quedo en la escalera, me suena el móvil, es él otra vez..me dice que le ponga la musica un ratito y le digo que le llamo más tarde, pero yá me quedo intanquila, Amelí me dice que me llama mucho, me dice que hace unos dias que Miguelito no coje el teléfono, sabes algo de él, pero hablamos y hablamos y me echa de menos, nosesicreertevayapordios, que se acuerda de nuestras noches en casa, no se atreve a sincerarse, lo noto, pero esta vez vas a sufrir, y no le doy facilidades para hablar, la cabeza , otra vez la mente que me tortura, se siente culpable , me echa de menos, quiere verme, capitulo cerrado , eso seguro, no puedo más no doy más de si, no puedo volver a lo de antes, ...pero y sus ojos negros tan brillantes, como olvidarlos, y su sonrisa , me rio en un momento de la conversación y me dice algo que me suena precioso,lo siento:
Esa risa tuya, ay esa risa, me recuerda al principio de conocerte, cuando te estabas enamorando y te reias así.
Nadie como tú , que crezca con la risa, y entienda la caricia , como la entiendes tú. Francisco Cespedes.
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